Boaventura de Sousa Santos y el Grito del Sur Global: El Saber No es Neutral, y Nunca lo Fue

 Boaventura de Sousa Santos y el Grito del Sur Global: El Saber No es Neutral, y Nunca lo Fue

Cómo la modernidad occidental convirtió el conocimiento en arma de exclusión y qué podemos hacer al respecto







“La lucha por la justicia social y la lucha 
por la justicia cognitiva son dos caras 
de la misma moneda.”

— Boaventura de Sousa Santos     



     En un mundo atravesado por desigualdades persistentes, tanto materiales como simbólicas, resulta imprescindible cuestionar las formas tradicionales de producción de conocimiento que han legitimado, perpetuado e invisibilizado múltiples formas de opresión. En este contexto, la obra “Una epistemología del Sur: La reinvención del conocimiento y la emancipación social” de Boaventura de Sousa Santos representa una intervención teórica y política profunda que invita a repensar los fundamentos del saber y su vinculación con las estructuras de poder. Santos parte de la premisa de que el conocimiento producido por la modernidad occidental ha operado históricamente como un mecanismo de exclusión y de dominación, invisibilizando los saberes no occidentales mediante un proceso que él denomina “epistemicidio”.

     A través del concepto de “epistemologías del Sur”, el autor propone una reconstrucción del campo epistemológico desde las experiencias históricas de resistencia de los pueblos oprimidos. Estas epistemologías no pretenden simplemente oponerse al conocimiento hegemónico, sino desbordar sus límites a través de una “razón post-abismal” que reconozca la pluralidad de modos de conocer y de existir. En ese marco, nociones como la “ecología de saberes” y la “sociología de las ausencias” adquieren una relevancia central, al proponer métodos para articular conocimientos diversos sin subordinarlos a una lógica única.

     Desde esta perspectiva, el conocimiento se convierte en un terreno de lucha política, no solo por su contenido, sino por las condiciones en las que es producido, validado y transmitido. Este marco teórico exige cuestionar profundamente las estructuras institucionales que privilegian unos saberes sobre otros y plantea la posibilidad de reconfigurar la producción de conocimiento como un acto de justicia social. En este ensayo, se examinarán estos planteamientos no solo como ideas teóricas, sino como herramientas prácticas para enfrentar los desafíos contemporáneos desde una mirada más plural, situada y comprometida con la transformación.


     En su obra “Una epistemología del Sur: La reinvención del conocimiento y la emancipación social”, Boaventura de Sousa Santos propone una crítica profunda al paradigma epistémico dominante, señalando cómo la modernidad occidental ha sistemáticamente excluido y subvalorado los saberes originarios y populares. Este enfoque no solo busca reconocer la pluralidad de conocimientos, sino también transformar las estructuras de poder que perpetúan la injusticia social y cognitiva.
Santos introduce el concepto de "epistemologías del Sur" para referirse a los saberes emergentes desde las luchas sociales contra el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. Estas epistemologías no son simplemente alternativas a la ciencia occidental, sino que representan formas legítimas de conocer el mundo, nacidas de experiencias de resistencia y decolonización. El autor denuncia lo que denomina "epistemicidio": la destrucción y marginalización sistemática de estos saberes por parte de las estructuras coloniales y capitalistas.

     Una de las críticas fundamentales de Santos es hacia la "razón abismal", una forma de pensamiento que divide el mundo en categorías excluyentes, negando la validez de los conocimientos que no se ajustan a su lógica. Esta razón abismal ha sido instrumental en la construcción de jerarquías epistémicas que colocan al conocimiento occidental en la cúspide, relegando otras formas de saber a la periferia. Para superar esta limitación, Santos propone una "razón post-abismal", caracterizada por la interculturalidad y la igualdad epistémica, que reconoce y valora la diversidad de conocimientos.
En este contexto, la "ecología de saberes" emerge como una propuesta clave. Esta ecología implica un diálogo horizontal entre diferentes formas de conocimiento, donde cada una conserva su especificidad y contribuye al entendimiento colectivo. La ecología de saberes no busca homogeneizar, sino tejer una red de conocimientos que se complementen y enriquezcan mutuamente.

     Santos también critica la tendencia del pensamiento moderno a reducir la realidad a categorías simplistas y lineales, una característica que denomina "razón indolente". Esta indolencia se manifiesta en una incapacidad para reconocer la complejidad y la multiplicidad de las experiencias humanas. Frente a ello, propone una "sociología de las ausencias", que visibiliza los saberes y prácticas que han sido excluidos y que, al ser reconocidos, pueden ofrecer alternativas emancipadoras.
La propuesta de Santos no es meramente teórica; busca incidir en la práctica social y política. Al reconocer y valorar los saberes del Sur, se abren posibilidades para una transformación social que sea verdaderamente inclusiva y justa. Esta transformación implica no solo cambios en las estructuras de poder, sino también en las formas de pensar y conocer el mundo.

     Uno de los aspectos más relevantes de la epistemología del Sur es su aplicación en la vida cotidiana y los movimientos sociales. La crítica de Santos no se limita al ámbito teórico; su intención es transformar la realidad al reconocer y fortalecer los saberes marginalizados. En este sentido, podemos preguntarnos: ¿Cómo afectan estas ideas a la educación, la ciencia y la política?

     En el campo educativo, la epistemología del Sur sugiere una reestructuración profunda del currículo y las metodologías de enseñanza. La educación tradicional ha estado dominada por una visión eurocéntrica que prioriza el conocimiento occidental y excluye otras formas de saber. Si se adoptara un enfoque basado en la ecología de saberes, podríamos ver cambios significativos en la manera en que se valoran los conocimientos indígenas, campesinos y populares en las escuelas y universidades. Esto no solo fortalecería la identidad cultural de los pueblos históricamente marginados, sino que también permitiría la construcción de soluciones más integrales a los problemas contemporáneos.

     Además, la obra de Santos tiene implicaciones directas en la producción de conocimiento científico. El monopolio del conocimiento por parte de la academia occidental ha excluido metodologías que no se ajustan a sus estándares. Sin embargo, en contextos de crisis ambiental y social, los saberes ancestrales han demostrado ser fundamentales para la sostenibilidad y la convivencia armoniosa con la naturaleza. Si se fomentara un diálogo genuino entre la ciencia occidental y los saberes tradicionales, se podrían generar estrategias innovadoras para enfrentar el cambio climático y la explotación indiscriminada de los recursos.

     A nivel político, la epistemología del Sur se convierte en una herramienta de lucha y resistencia. Santos propone un cambio en las estructuras de poder, donde los conocimientos de los movimientos sociales y de los pueblos oprimidos sean considerados fuentes legítimas de transformación. Esto plantea un reto enorme para los sistemas democráticos actuales, que suelen operar dentro de marcos normativos diseñados por la modernidad occidental. Reconocer la pluralidad de conocimientos implicaría una democratización real del saber y del poder, desafiando el papel exclusivo de las élites intelectuales en la toma de decisiones.

     La propuesta de Santos nos invita a repensar nuestra propia relación con el conocimiento. ¿Cuántas veces descartamos ideas y saberes por considerarlos “no científicos” o “no racionales”? Este ensayo no solo busca analizar las ideas del autor, sino también reflexionar sobre cómo podemos aplicarlas en nuestra vida diaria. La emancipación social que propone Santos no ocurrirá únicamente en los libros, sino en las interacciones y decisiones que tomemos.

     Reflexionar sobre "Una epistemología del Sur" implica reconocer la urgencia de descolonizar el conocimiento y construir nuevas formas de pensar desde la dignidad de los saberes subalternizados. Boaventura de Sousa Santos no solo denuncia la lógica excluyente del pensamiento occidental, sino que abre una vía para imaginar horizontes epistémicos plurales, interculturales y emancipadores. Su crítica al epistemicidio y a la razón abismal revela cómo la supuesta universalidad del saber moderno ha sido una herramienta de dominación, invisibilizando voces, territorios y experiencias que no encajan en su molde. Esta crítica, sin embargo, no queda en la denuncia; se transforma en una propuesta creativa y práctica a través de la ecología de saberes y la sociología de las ausencias.

     La obra invita a repensar nuestras prácticas cotidianas de conocimiento: ¿a quién escuchamos? ¿Qué discursos consideramos válidos? ¿Qué saberes quedan fuera de las instituciones educativas, científicas o políticas? La epistemología del Sur nos llama a romper con la pasividad intelectual que reproduce la lógica colonial del saber y a involucrarnos activamente en procesos de diálogo intercultural, donde el conocimiento no sea un privilegio, sino una herramienta compartida para la transformación social.

     Este enfoque nos obliga a ir más allá de la tolerancia simbólica hacia los saberes otros, y nos emplaza a construir relaciones horizontales de reconocimiento mutuo. En un mundo marcado por múltiples crisis, ambientales, sociales, económicas, la posibilidad de articular conocimientos diversos no es solo un acto ético, sino una necesidad histórica. La obra de Santos no ofrece soluciones cerradas, sino un mapa conceptual para quienes buscan transitar caminos de justicia cognitiva y de emancipación real, allí donde el saber se vuelve acción, resistencia y posibilidad de futuro.

     Frente a los desafíos actuales, como el colapso ambiental, las desigualdades estructurales, la violencia epistémica y la crisis de representación política, la propuesta de Santos adquiere una relevancia urgente. Su pensamiento nos exige una reapropiación crítica del saber como instrumento colectivo, y nos recuerda que toda lucha por la justicia social es también una lucha por la justicia cognitiva. Reconocer la pluralidad epistémica no es una concesión cultural, sino un paso decisivo hacia una sociedad verdaderamente democrática, donde los saberes marginados puedan ocupar el lugar que históricamente les ha sido negado: el de fuentes legítimas de verdad, resistencia y reconstrucción del mundo.


Referencias Bibliográficas:

Santos, B. de S. (2014). Una epistemología del Sur: La reinvención del conocimiento y 

    la emancipación social. Siglo XXI Editores.

 

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